- ¿Tienen libros sobre el sentido del gusto?
- Lo siento, no tenemos. Sobre gustos no hay nada escrito.
- Estoy leyendo un libro que se llama «La honestidad y otros valores».
- ¡Qué interesante! ¿dónde lo compraste?
- Lo robé en la librería de aquí al lado.
- ¿Tienen algo de Hemingway?
- Sí, «El viejo y el mar».
- Pues deme... «El mar».
- ¿Te gustó el libro de Einstein?
- Relativamente.
Si te llega el «e-book» de «La Iliada» de Homero, no te lo descargues, está lleno de troyanos.
- Mi nuevo diccionario de sinónimos es malísimo. No sólo eso sino que además es malísimo.
Se encuentran dos libros por la calle y le dice uno a otro:
- Te veo más delgado.
- Sí, es que la semana pasada me quitaron el apéndice.
- ¿Tienen libros para el cansancio?
- Sí, pero están agotados.
- ¿Tienen libros de contabilidad?
- Debe haber, debe haber...
- ¿Tienen el libro «Cómo resolver el 50% de los problemas»?
- Sí, lo tenemos.
- Deme dos.
- Estoy leyendo un libro sobre el Síndrome de Estocolmo.
- ¡Qué interesante! ¿te ha gustado?
- Al principio no me gustaba, pero al final me pareció genial.
- Debes de leerte «Las flores del mar».
- ¿De Baudelaire?
- Sí, lo debes de leer.
Un amigo le dice a otro:
- Te noto huidizo, misántropo, melancólico y taciturno. ¿Necesitas algo?
- Sí, un diccionario.