Dice un niño a su padre:
- Papá, ¡yo no quiero ir a América!
- ¡Calla niño y sigue nadando!
En la taquilla de una estación de tren:
- Por favor, ¿puede darme un billete para Villegas?
- Lo siento, se han agotado.
El señor se da media vuelta y le dice a su amigo:
- Villegas, te has quedado sin billete.
En la taquilla de una estación de tren:
- ¿Cuál es su destino?
- No está escrito aún, lo voy forjando con ánimo y perseverancia.
- ¿Quiere un billete o no?
Un caníbal viaja en avión y le dice la azafata:
- Señor, ahora mismo le traigo el menú.
Y dice el caníbal:
- Mejor tráigame la lista de pasajeros.
(Enviado por Silvia Galera Esteban)
- Vengo de vacaciones de Grecia y todo muy bonito, pero Creta, un asco.
- ¿Un asco Creta?
- No, gracias, ya he cenado.
Dos aceitunas van en moto, en una curva se cae una de ellas...
- ¡Ay!, creo que me he roto un hueso.
- ¡Cómo te vas a romper un hueso si nosotras estamos rellenas de anchoas!
Dos amigos viajan en tren y uno de ellos se asoma a la ventanilla:
- ¡Ay!
- ¿Qué te pasa?
- Que me ha entrado una carbonilla en el ojo.
- ¡Pero si este tren es eléctrico!
- ¡Pues habrá sido un voltio!
- ¿Qué tal tu viaje por Italia?
- Muy bien, estuve en Roma, en Milán y en Temeo.
- ¿Temeo? ¿Nunca había oído hablar de esa ciudad?
- Pues es muy bonita.
- ¿Estás seguro de que se llama Temeo?
- ¡Ah no! perdona, era Torino.
- Señora, su vuelo viene demorado.
- ¡Qué emoción, es mi color favorito!