En los versos siguientes hay quince palabras escondidas, todas son nombres de colores. Búsquelas. Si no las encuentra pídanos la solución.
El Capitán Carallo
Cinco lores pelilargos,
con arrojo y voluntad,
cabalgaban sus corceles
tejiendo hazañas sin par.
Uno era un gran ateo,
otro, de padre esquimal.
Valenciano era el tercero,
el cuarto, albañil sin más.
El quinto creaba estatuas
dignas de ver, de verdad;
era un astur que sabía
cómo una imagen tallar.
Tiemblan como enamorados
cuando parten a la mar,
y yo les canto estos versos
pues no tornarán jamás.