Figura retórica que consiste en poner a continuación de una frase otra en la que están los términos invertidos para que el sentido de esta última forme contraste o un sentido completamente distinto con la anterior, como por ejemplo: «Ni son todos los que están, ni están todos los que son».
La sopa hirviendo... que ir viendo la sopa.
Comer carne con un tenedor... que comer carne en un contenedor.
Jugar con las cosas de comer... que comer con las cosas de jugar.
Diez días trabajando sin beber... que diez días bebiendo sin trabajar.
Sal gorda... que ¡gorda!, sal.
No comáis grasas animales... que ¡animales, no comáis grasas!.
Un mal hombre en estado de coma... que te comas un hombre en mal estado.
Vivir para comer... que comer para vivir.
Un queso duro... que un duro de queso.
Una cubana haciendo arroz... que hacer arroz a la cubana.
Tomar el metro en la «Puerta del Sol»... que tomar el sol en la puerta del metro.
El «Parque de Atracciones»... que las atracciones del parque.
El «Palacio de Cristal»... que el cristal de palacio.
La becerra de Manuel está en la calle... que esta es la «calle de Manuel Becerra».
Vivir en el diez de «Joaquín Costa»... que vivir diez a costa de Joaquín.
Vivir en la «calle del General Mola»... que ¡cómo mola el general en la calle!.
Pisar la «calle Princesa»... que pisar a la Princesa en la calle.
Vivir en la calle de en medio... que vivir en medio de la calle.
Vivir en Consuegra... que vivir con la suegra.
Decir Andalucía... que decir a Lucía que ande.
Tener una familia en la Mancha... que tener una mancha en la familia.
Santiago de Compostela... que Santiago, compóntelas como puedas.
La gata del cabo... que el «Cabo de Gata».
Ir a Marmolejo... que ir lejos por mármol.
Una colonia inglesa... que una inglesa en Colonia.
Tener una casa en Cuba... que tener una cuba en casa. (Enviado por Antonio Maestre Crespo)
Una chica muy mona... que una mona muy chica.
Un movimiento sísmico... que seis micos en movimiento.
Irse la mona a dormir... que irse a dormir la mona.
Un sabio mono... que un monosabio.
Sentémonos... que sesenta monos.
Un Señor Ruiz... que un ruiseñor.
Una ración de ave... que una aberración.
Mi tía la cacatúa... que la cacatúa de mi tía.
Un camaleón... que un león en la cama .
Un tipo apático... que un pato atípico.
Alejandro Sanz... que San Alejandro.
Catalina de Medicis... que ¡qué me decís Catalina!
Esta es la cama del cuarto de Enrique... que esta es la cama de Enrique IV.
Comprar botas de fútbol para toda la plantilla... que comprar plantillas para todas las botas de fútbol.
La copa del campeón... que el campeón de Copa.
Unas partidas en tablas... que unas tablas partidas.
Los dolores de piernas... que las piernas de Dolores.
Tratar de tener un contacto con Margarita... que tener que tratar a Margarita con tacto.
Armando la casa... que la casa de Armando.
Gabino ven... que venga vino.
Aquí vive la señora de Pérez... que aquí vive Pérez de la señora.
Mi prima Lina se va... que vaselina para mi prima.
Estoy atontado porque me ha dejado María... que María me ha dejado porque estoy atontado.
Comprarse un traje negro... que verse negro para comprar un traje.
Tener unas medias moradas... que pasarlas moradas para tener unas medias.
Una cinta negra... que una negra encinta.
Los libros de texto... que detesto los libros.
Hay grandes libros en el mundo, y grandes mundos en los libros.
La profesora de inglés... que las ingles de la profesora.
Hay gente que ríe en el baño y yo me baño en el río.
Si no hay contrato, no hay garantía; si no hay garantía, no hay contrato.
Perder un segundo en la vida... que perder la vida en un segundo.
Andar con pies de plomo... que tener que andar con plomo en los pies.
Vivir como piensas... que pensar como vives.
Vivir para trabajar... que trabajar para vivir.
La media edad... que la Edad Media.
Trabajar en el arte por amor... que trabajar por amor al arte.
Perder un minuto en la vida... que perder la vida en un minuto.
Tener tos y canas... que tener canastos.
Pesas mucho para lo que mides... que mides mucho para lo que pesas.
El SIDA tiene cura... que el cura tiene SIDA.
La tensión alta... que la alta tensión.
Tener un cristal en un ojo... que tener un ojo de cristal.
Tener una china en el ojo... que tener el ojo de una china.
Tener un cortaúñas... que tener las uñas cortas.
Cuando tomo café no duermo... que cuando duermo no tomo café.
Pásame la pinza... que písame la panza. (Enviado por Antonio Maestre Crespo)
Un disco de amor... que un mordisco.
Este es un rollo de papel... que este papel es un rollo.
Un circuito corto... que un cortocircuito.
La tormenta se avecina... que la vecina se atormenta.
Una noche estrellada... que estrellarse una noche.
Quinientas ocho mil pesetas... que ocho mil quinientas pesetas.
El equilibrista tiene sesos... que el equilibrista se sostiene.
Una gorra de viaje... que un viaje de gorra.
Ser cabo en la «mili»... que la «mili» se acabó.
Un partido político... que un político partido.
La gente menuda... que ¡menuda gente!.
La mar de gente... que la gente del mar.
El lado de atrás... que el traslado.
Citarnos en mi cuarto los dos... que citarnos a las dos y cuarto.
Entre paréntesis... que entre seis parientes.
Es el tío que estoy esperando... que estoy esperando el estío.
Subir a tender la ropa... que la ropa tiende a subir.
Dos bicicletas viejas... que dos viejas en bicicleta.
Unos viejos con pantalones... que unos pantalones viejos.
Algunos retruécanos de personajes ilustres:
Hay muchos que siendo pobres merecen ser ricos, y en siendo ricos merecen ser pobres. Quevedo
Por desgracia, el sentido común es el menos común de nuestros sentidos. Voltaire
Piensa el sentimiento, siente el pensamiento. Miguel de Unamuno
La fuerza de la razón no es la razón de la fuerza. Tamayo
No hay camino para la paz, la paz es el camino. Mahatma Gandhi
El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace. Leon Tolstoi
Necesitamos vivir simplemente para que otros puedan simplemente vivir. Mahatma Gandhi
Cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede. Terencio
En este país no se lee porque no se escribe, o no se escribe porque no se lee. Larra
Un pintor es un hombre que pinta lo que vende, un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta. Picasso
Hay escritores que parecen oscuros por su profundidad; otros, quieren parecer profundos a fuerza de oscuridad. Jorge Luis Borges
El que no vive para servir, no sirve para vivir. San Agustín
La medida del amor es amar sin medida. San Agustín
Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso. Confucio
Sea esta la regla de nuestra vida: decir lo que sentimos, sentir lo que decimos. En suma, que la palabra vaya de acuerdo con los hechos. Séneca
A los hombres se les puede dividir en dos categorías: los que hablan para decir algo, y los que dicen algo por hablar. Príncipe Carlos José de Ligne
Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes. Lao-Tse
Las palabras verdaderas no son agradables, y las agradables no son verdaderas. Lao Tse
Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. Jean Paul Sartre
Queremos ver al niño en pos del saber, y no al saber en pos del niño. George Bernard Shaw
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Francisco de Quevedo
Uno para todos y todos para uno.
Lema no oficial de Suiza. Alejandro Dumas (Los tres mosqueteros).
Un retruécano de nuestro amigo José Ramón Brox:
«No es lo mismo tener una buena media en la carrera que tener una buena carrera en la media»
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquier mal haga,
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Juana Inés de la Cruz
Cuando decir tu pena a Silvia intentes,
¿cómo creerá que sientes lo que dices
oyendo cuán bien dices lo que sientes?
Bartolomé Argensola
Retruécanos de «Alicia en el país de las maravillas»:
(...) - Entonces, deberías decir lo que piensas -prosiguió la Liebre de Marzo-.
- Ya lo hago -se apresuró a contestar Alicia-. Al menos..., al menos pienso lo que digo... que es lo mismo, ¿no?
- De ningún modo - dijo el Sombrerero-. ¡Así también podrías decir que «veo lo que como» es lo mismo que «como lo que veo»!
- ¡Así también podrías decir -añadió la Liebre de Marzo- que «me gusta lo que tengo» es lo mismo que «tengo lo que me gusta»!
- ¡Así también podrías decir -concluyó el Lirón, que parecía hablar en sueños- que «respiro cuando duermo» es lo mismo que «duermo cuando respiro»!
En los refranes también encontramos retruécanos:
El sabio no dice lo que sabe y el necio, no sabe lo que dice.
Hay que comer para vivir, no vivir para comer.
No hay hombres pobres, sino pobres hombres.
No llenes tu vida de años, llena tus años de vida.
No todos los viejos son sabios, ni todos los sabios son viejos.
O calza como vistes, o viste como calzas.
Si no puedes lo que quieres, quiere lo que puedes.
Un padre para cien hijos, y no cien hijos para un padre.
Unos saben lo que hacen, y otros hacen lo que saben.
Tripas llevan pies, que no pies a tripas.