Anónimo
Supiste una vez más
ocultar tu rostro,
negar al mundo ese don
impreciso pero dulce, así,
así amante: tu boca.
Con las iniciales de las palabras situadas al principio de cada verso se
construye el nombre de Sonia. A este tipo de composiciones se denominan acrósticos.
En este ejemplo el acróstico es doble, porque también puede leerse Sonia con
las letras finales de cada verso.