Mikel Agirregabiria Agirre
Lo acontecido no es anecdótico, ni un sainetesco anestésico, ni un souvenir del universo, sino el prefacio de una profecía. No es para emocionar a nadie, pero un camionero, pavoroso y vaporoso, está sembrando en Washington el pánico, y le copian en todo el mundo. Un belicoso en la ciudad del obelisco. Un apolítico en la sede del Capitolio. Un anárquico para acoquinar a todos. ¿Un camión en un camino, o un sorteador soterrado submarino en el urbanismo?. Método cartesiano: estacionar y matar. La locura ocular de ver caer a su víctima. Pregunta purgante: ¿tú podrías contemplar el disparo? La bestialidad con una estabilidad impropia.
Sólo por su locuacidad ha claudicado: es un conversador conservador. Sin vacilación ni cavilación, hace su tasación el satánico: diez millones por no matar. Es su presupuesto superpuesto a su admonición de dominación. Nos convierte en marionetas monetarias, un pragmático pictograma ni ponderable ni perdonable. Irónicamente el renacimiento mediocre y merecido, sugeridor y resurgido, favorecido y vociferado, del resumido sumidero y de la supuración de la usurpación del bien por el mal. es para angustiarse y santiguarse.
Se trata de un texto realizado con anagramas. Los anagramas son palabras o frases obtenidas mediante la transposición de las letras de otra palabra o frase. En el texto que nos ocupa se utilizan varias parejas de palabras anagramadas como por ejemplo: aberración/carabinero, acontecido/anecdótico, sainetesco/anestésico, souvenir/universo, prefacio/profecía, emocionar/camionero, pavoroso/vaporoso, pánico/copian, belicoso/obelisco, apolítico/Capitolio, anárquico/acoquinar, camión/camino, sorteador/soterrado, submarino/urbanismo, cartesiano/ estacionar, locura/ocular, etc.