El «tiempo» es lo que duran las cosas sujetas a cambio. Es la magnitud física que permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo un pasado, un presente y un futuro. Su unidad básica en el sistema internacional es el segundo.
Según la física relativista el tiempo no existe en la realidad, sino que sólo es un concepto. Lo que observamos es el movimiento y la transformación de todo lo que nos rodea.
Según Platón: «el tiempo es una imagen móvil de la eternidad».
El hombre utiliza instrumentos para medir el tiempo, pero... ¿es posible medir el tiempo con palabras?
Veamos algunas expresiones que utilizamos o hemos utilizado para medir el tiempo.
Para indicar una porción brevísima de tiempo disponemos de palabras como: instante, momento (espera un momento), periquete (en un periquete), santiamén (en un santiamén), suspiro (en un suspiro), o expresiones como: en un decir Jesús o en un Jesús, en un abrir y cerrar de ojos, en un pis-pás, en menos que canta un gallo, a toda pastilla, a todo gas, etc.
En menos que canta un gallo.
Esta frase expresa que algo se hará rápidamente, en el tiempo que tarda un gallo
en cantar. La expresión podría relacionarse con el episodio de la negación de
San Pedro, cuando Jesucristo antes de ser detenido le dice a Pedro que «antes de que cante el gallo me negarás tres veces» (Mt 26, 33-34; Mc 14, 29-30; Lc 22,
33-34; Jn 13, 37-38). Pedro niega tres veces que conoce a Jesús por miedo a los judíos e inmediatamente después canta el gallo y él recuerda las palabras que el Señor le había dicho.
Cuando queremos decir que algo sucede con frecuencia utilizamos expresiones como «cada dos por tres».
Cuando queremos indicar que algo sucede de tarde en tarde utilizamos expresiones o frases hechas como: «de Pascuas a Ramos» o «de higos a brevas» o «de uvas a peras» o «cada muerte de obispo».
De Pascuas a Ramos.
Se utiliza esta expresión cuando se quiere indicar que algo ocurre de tarde en tarde, cada mucho tiempo. Pascuas designa la Pascua de Resurrección, final de la Semana Santa y Ramos el domingo de Ramos, principio de la Semana Santa. Por lo tanto de Pascuas a Ramos transcurre un año, menos una semana.
De higos a brevas, de uvas a peras.
Estas expresiones, y otras parecidas, se utilizan, como la anterior, para indicar que algo ocurre cada mucho tiempo, de tarde en tarde. La higuera da primero brevas y, a los dos o tres meses higos. Entre los higos y las brevas pasa casi un año. Lo mismo sucede con las otras frutas utilizadas en expresiones similares.
Cada muerte de obispo.
Se emplea cuando se quiere expresar que algo ocurre muy esporádicamente, de vez en cuando, en alusión a la longevidad de los obispos, que suelen vivir muchos años.
Cuando queremos decir que algo es muy antiguo empleamos las frases: «los tiempos de Maricastaña; en tiempo, o en tiempos, de Maricastaña; ser del tiempo de Maricastaña, etc.» o bien: «del año de la nana, de la nanita, de la pera, de la polca, etc» o bien: «tener más años que Matusalén», «ser más viejo que Matusalén».
En tiempos de Maricastaña
Se cree que Maricastaña fue un personaje que vivió en Galicia en el siglo XIX, pero no está claro por qué se la identifica con tiempos remotos.
Tener más años que Matusalén, ser más viejo que Matusalén.
Se utiliza este dicho como superlativo de viejo para indicar que una persona o cosa tiene muchos años. Alude a Matusalén, personaje bíblico que, según el Génesis, vivió casi novecientos ochenta años.
Enlaces relacionados: Palabras y periodos de tiempo.