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FRASES AUTORREFERENTES

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91.640 Fea esta estampa se ha puesto
entre Ana y su ex amor,
no quiero yo al payador
ubicar fuera de un tiesto,
es que no encuentro el pretexto
valedero para que
echándose al monte fue
dando por tierra el noviazgo.
Para mí que esto es un rasgo
de no tener mucha fe.

No seré yo quien le diga
a qué puede dedicarse,
pero perder este engarce
de Ana, dorada espiga,
una destacada amiga,
no merecedora de esto
obliga a que usted, compuesto
y sin novia ahora se quede.
Si parece que es adrede
hacer lo que no es honesto.

Ya creía yo encarrilado
este romance distante,
para nada rimbombante,
que alejado del pecado
sólo por ser obligado
entenderse a la distancia,
infranqueable exorbitancia
si miramos en un mapa.
Porque a ninguno le escapa
que estar cerca es de importancia.

Pero lo quiso el destino
y también Don Perseguido;
«Cortad el amor vivido
unido por hilo fino»,
a
sí ordenó un adivino
tras una consulta que hizo;
resultó que el «pitoniso»
ordenó cortar el plan
y obedeció al charlatán,
sin siquiera dar preaviso.

Y estas páginas pasamos
de lo que pudo y no ha sido
en que Ana y el perseguido
concluyendo en este tramo,
eluden aquel reclamo
requerido por la plebe,
oyendo como si llueve
las demandas de un futuro,
con un amor lo más puro
que terminó siendo breve.
Roberto
(Las Palmas de Gran Canaria, España)
octubre 2006
93.184 Hoy vengo con gran dolor
y fastidioso, bastante,
aún yo así sigo adelante
queriendo ser payador.
Con mi oficio de cantor
no pretendo incomodar,
tampoco quiero alardear,
y con una humilde forma
siguiendo reglas y normas
a Ana voy a contestar.

¡No la entiendo amiga mía!
primero quería dinero
y a fuerza de ser sincero
dije: «un peso no tenía».
Yo lo hice sin alegría
pues se termina, pensé,
así yo lo imaginé
y pienso no haberle errado
vea usted lo que ha pasado
¡creo no me equivoqué!

Después cree que yo huyo
y usted se siente enojada,
no la entiendo para nada,
¡yo todavía soy suyo!
Mas como tengo mi orgullo
yo adelante seguiré
le juro que triunfaré
en mi nueva actividad
es casi una realidad
y es seguro que lo haré.

Si quiero ser productor
es para ganar dinero
y vivir como un banquero
con un chalet de mi flor.
Le aseguro por mi honor
que cuando haga posición
voy a volver al fogón
y matrimonio ofrecerle
esto puedo prometerle,
ya llegará la ocasión.

Y además yo le comento
que he sido actor y humorista
cantante e ilusionista
también contador de cuentos.
Y ahora ya llegó el momento
que yo empiece a producir
mi experiencia a transmitir
a otros jóvenes artistas
este es mi punto de vista,
y mi más grande sentir.

Todo lo hago por usted,
¡cómo no se percató!
en verdad me bajoneó
por todo lo que se ve.
Pues como yo estoy de pie
con todo voy a luchar
y hasta mi alma empeñar
para llegar a la meta,
lo digo en forma concreta,
seguro voy a triunfar.

Roberto va a disculparme
pues poco le he conversado
es que me encuentro ocupado
tratando de acomodarme.
Y ahora quiero saludarle
deseándole lo mejor
pidiendo como favor
que a su familia salude
le ruego que usted no dude
palabra del payador.

Del embarazo, los meses
un tres y un uno también
y como esto es para bien
se arma el número con creces.
También, por si les parece,
ocho decenas agrego
y, por favor, yo les ruego
agreguen cuatro sumados,
ya me retiro a un costado
y les digo hasta más luego.
«El payador perseguido»
(ciudadano del mundo)
noviembre, 2006
94.560 Como expresaba Mafalda
en una de sus viñetas:
«¡que paren este planeta,
que me bajo!»
y de esmeralda,
es el color que respalda
la esperanza que tenía
con mi amor; que iba y venía
soñando en besos y abrazos;
mas ya le di carpetazo
y a otra cosa, amiga mía.

No puedo seguir yo aquí
deshojando margarita,
el pétalo no se quita
si hay con amor frenesí.
Es lo que yo pretendí,
y me vienen con pretextos:
«que si hoy me pasó esto...,
que esto pasará mañana...»,
se me quitaron las ganas...
¡otro ocupará su puesto!

Desde las sesenta mil
me viene ofreciendo amor,
¿no se apreciaba el rubor
que afloraba en mi perfil?
Como aferrada a un astil
estos versos protegía
porque era la vida mía
la que ponía yo en juego
mas le digo, desde luego,
que ésta de usted no se fía.

Estamos por arribar
a las cien mil ya muy pronto,
por lo tanto yo desmonto
lo que aquí tuvo lugar,
pues su sino pendular
a cualquiera lo trastoca
y no saldrá de mi boca,
se lo digo, perseguido,
reproches por lo vivido
porque eso ahora no toca.

Pero antes de empezar
a cumplir con mi promesa
le digo con gran presteza
que no acabo de encajar
cómo pudo conjugar
actividades diversas
a cada cual más dispersa:
de banquero a productor,
ilusionista y cantor…
¿ordenado o viceversa?

Y ahora que yo lo pienso
perdóneme que le insista
¿no fue usted el ilusionista
que usando humo de incienso
dejó a todos en suspenso
cuando ofreció a una ingeniera
que a una magia ella viniera
y que el truco sería
que unos polvos le echaría
y en más desapareciera?

Considero que un respiro
nos debemos mutuamente
y también para la gente,
a esto hay que darle un giro,
por ahora yo me piro
a ver si cuadran mis cuentas:
nueve y cuatro, prima tienta,
con un cinco, suma y sigue,
y un seis y cero que ligue,
me quedo así más contenta.
Ana Bol i Zantes,
(Girona, España)
noviembre, 2006
96.973 Otro hito numeral
por aquí ya se aproxima
haciendo uso de rima
desde el inicio al final,
no sé cuál será el total
en que termine esta cosa
que prescinde de la prosa
ya que a alguien se le ocurrió
que en décimas ¿por qué no?
cundiría esta acción verbosa.

Las décimas aquí vistas
fueron de varios colores
semejante a los humores
vertidos por los artistas
que fueron dejando pistas
de distintas emociones
que levantaron pasiones
en algún «interviniente»
dejándolo aquí patente:
penas, risas e ilusiones.

Algún verso hubo de negro
por alusiones macabras,
utilizando palabras
como «la suegra y el suegro»,
de lo cual yo no me alegro
pues me pincha como espuela
estar con la damisela
que uno tiene que aguantar
para también comulgar
con toda la parentela.

La pasión tiñó de rojo
amores y desencuentros,
y no fue puertas adentro
como arreglóse el manojo
de problemas, y el sonrojo
que produjo a los testigos
propició que los amigos,
con tanta vergüenza ajena,
traten de atenuar las penas
de debajo del ombligo.

También hubo algo de verde
en toda esta retahíla,
no se mencionó pilila
pues quien lo dice se pierde
porque no es justo que enmiende
tanto trabajo prolijo
aunque siempre hay algún hijo
de... su madre que se pasa
¿no hay espejos en tu casa?
¡Fíjate tú quien lo dijo!

El rosa estuvo también
reflejado en la oración
de alguna con vocación
de salir «a tutiplén»
llevando o no sostén
en alguna prensa rara
acompañando a los «caras»
que por querer ser famosos
se convierten en tramposos
con historias nada claras.

Queda pendiente un color
(u otros más, según se vea)
que incansable cual marea
de las aguas, ¡sí señor!
se convirtió en cubridor
que opacó quitando brillo
a los poemas sencillos
que llenaban de esperanza,
no es ninguna adivinanza
¡es el color amarillo!

Y por ir creando ambiente
y que aquí nadie se pierda
en lo del hito, ¿se acuerdan?,
quiero dejar bien presente
que aquí hubo mucha gente
que dejó firme su impronta:
algún listo, alguna tonta,
(yo no quiero señalar)
y los nombres voy a dar
si nadie me lo desmonta.

El origen fue de Paco
que con toda su ilusión
dejó una proposición
(y desde aquí lo destaco)
para que en brazos de Baco
o sobrio si se prefiere
hubiera quienes siguieren
y de forma inteligente
la frase autorreferente
continuaran por doquiere.

No faltó quien recogió
en este lance su guante
y desde un sitio distante
su payada comenzó
y hubo otros, como yo,
que recalamos aquí
permitiéndonos así
continuar sin abandono.
Pionero fue el Lolo Nono,
que escribiendo ya no vi.

También Ana, el perseguido,
y el que suscribe, a su modo,
rellenamos entre todos
como mejor fue sabido
pretendiendo entretenido
pasarlo contando, mientras
noventa y seis setecientas
son estas que ya les dejo
y creo que no me alejo
con siete y tres en las cuentas.

A punto de dejar paso
al que le toca la vez,
más adelante, después,
si no surgiera otro caso
contaré que fue un ¡pedazo
de actuación! que el Consistorio
organizó del Tenorio.
¡Inmenso cual obelisco!
Suma doscientas, Francisco,
que resulta obligatorio.
Roberto
(Las Palmas de Gran Canaria, España)
noviembre 2006
98.160 Con orgullo, por demás,
y bastante emocionado
por todo lo que ha pasado
desde hace algún tiempo atrás.
Yo empiezo ahora no más
mis décimas a cantar
y les puedo asegurar,
palabra del payador,
poniendo todo mi amor,
de todos les voy a hablar.

De las Canarias, Roberto,
de este grupo el gran motor
además buen payador
y un gran amigo, por cierto.
Consejero siempre abierto
con su crítica cordial
lo que hace que uno al final
siempre vaya mejorando
por eso le estoy mandando
de aquí mi abrazo especial.

Cantor en quien me reflejo
es en «El Nono» (y sus cantos)
como el diablo sabe tanto
ya que él es un hombre viejo.
También me ha dado consejos
(creo todos los que pudo)
que mejoraron no dudo
mis versos bastante presto
le digo: «¡gracias maestro!»
y le mando mis saludos.

De Anita la payadora
que hasta aquí llego un día
y pienso no conocía
los «códigos» a esas horas.
Mas «mató mil» la señora
que se ha adaptado muy bien,
les diría cien por cien,
a esta rueda de cantores,
desde aquí van mis honores
y mis saludos también.

Paco que gran tiempo atrás
quería llegar a cien mil
yo pensé ¿estará senil?
¿o un poco «chapa» quizás?.
Ya estamos ahí no más
entonces no era tan loco,
hizo trabajar su coco
no solamente contando 
sino también mejorando
la estética que no es poco.

De todos estuve hablando,
también de lo que pasó,
en verdad me conmovió
pero sigo aún cantando.
Por eso les voy dejando
siempre en afán de crecer,
aunque no lo puedan creer,
nueve con ocho pegados,
con ciento sesenta al lado
y les digo: ¡fue un placer!
«El payador perseguido»
(ciudadano del mundo)
noviembre, 2006
99.393 Doy inicio aquí al preludio
de un histórico momento
poniendo en esto el acento
ajeno a cualquier repudio
pues digno de un serio estudio
de una tesis doctoral
es indagar si es tal cual
como a otra generación
se pasa la tradición
sea por escrito o verbal.

No deseo aquí presumir
de conservar el acervo
por hacer uso del verbo
en este ir y venir
pero sí puedo intuir
que tampoco fue intención
de quien con antelación
nos dejó lo que hoy tenemos
que ayuda a que cultivemos
nuestro espíritu y razón.

Y después del gran tostón
que casi ni yo lo entiendo
con las décimas pretendo
sacar como conclusión
que te diviertes montón
si te unes a esta peña
que entretiene y mucho enseña
con dialéctica, por cierto,
del perseguido y Roberto
y el Nono aquí dando leña.

Porque no es nada presunto
afirmo que es con presteza
que Francisco a la cabeza
como creador de este asunto
revisa comas y puntos,
si hay sobrante o si hay carencia
y con total diligencia
le dice al que corresponde
el sitio preciso donde
se produjo la falencia.

«Como decíamos ayer»,
parafraseando a León,
no fuimos aquí legión
quienes con mucho placer
les dimos a conocer
nuestro ingenio de poetas
sin perseguir otras metas
que conseguir divertirnos
y con las letras reírnos
desde la a hasta la zeta.

Y entre todos decidimos,
cual si fuera un contubernio,
que encajaran como un pernio
en estas puertas que abrimos
las letras que cual racimos
a cien mil enfilan rectas
siendo la suma perfecta
nueve, otro nueve y un tres
con nueve y tres otra vez
que yo aporto a la colecta.
Ana Bol i Zantes,
(Girona, España)
noviembre, 2006

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