(Las frases autorreferentes anteriores, están aquí)
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Salud a los payadores, el nono lolo volvió y con ganas regresó para unirse a los cantores. Le dedico mis honores a la catalana, a Paco y a Roberto que hace rato se encuentran aquí payando y ahora ya comenzando yo les dejo mi relato. Hoy reemplazo al perseguido (anda ocupado el muchacho) dejó de hacer mamarrachos y hace cosas con sentido. Es que ahora anda metido produciendo a los artistas, cantantes y de revista de teatro, los actores, también muchos payadores junto a varios humoristas. Estamos en vacaciones y hay gran movida de gente en la costa y de repente son demasiadas opciones, actuaciones a montones de distinta calidad. De un lado para otro va «como maleta de loco» debería parar un poco si no mal terminará. Ayudando al payador letras trato de sumar con mi forma de payar y mi estirpe de cantor. Ahora digo con honor y no porque esté senil acá son ciento diez mil y sigo sumando más escribiendo muy en paz así no parezco un gil. Como yo estaba alejado pensé que más costaría que pocas cosas saldrían y sería más complicado. y aunque es poco lo que he dado pienso no desentoné. Y es que mucho me esmeré en poder armar mis versos que aunque costaron esfuerzo en mis décimas plasmé. Ya me empiezo a retirar pues tengo cosas que hacer muchos asuntos que ver aunque antes de marchar señores quiero dejar: ciento diez mil por un lado, más cuatrocientos sumados, con sesenta que yo agrego y ahora les digo hasta luego y doy un paso al costado. |
Luís Ernesto Carelli, El «nono Lolo» (Argentina). 2007 gil (lunfardo) = Tonto. |
111.635 | Va cogiendo carrerilla nuevamente la oratoria que me trae a la memoria cuando con rima sencilla resultaba maravilla hacer nuestra aparición, en que con mucha atención estábamos todos al quite en espera del envite para dar replicación. Y ya paso a comentar intervenciones habidas, como siempre comedidas y con arte malabar, como ha tenido lugar, entiendo que con acierto, que para mí ha descubierto que existen los lipogramas el ingenio se derrama en lo dicho por Roberto. Para la próxima vez, lo asumo tal como un reto, en que escribiré prometo apelando a mi honradez que aunque resulte sandez abriré cual mariposa alguna cosa curiosa y con alas desplegadas mis meninges herrumbradas empeñaré en esta cosa. Doy aquí por conocido la relación existente entre esta buena gente («el nono» y «el perseguido») que si éste está rendido aquel acude muy presto, poniendo de manifiesto como todo caballero que él tapa todo agujero hasta que se haya repuesto. El buen rollito se nota regresado a este terreno que me induce al desenfreno y mi espíritu alborota pensando en cosas remotas, el perseguido... su idilio... estoy viendo si concilio el presente y lo pasado y al club «Los Enamorados», si es posible, yo me afilio. Y ha llegado el momento de ir tirando la toalla, no sea que yo me vaya a pasar, por eso cuento, verán como yo no miento, la «suegra» por diez al cubo, seis por diez al cuadrado subo tres por diez a la unidad, y un cinco que en realidad la buena suma mantuvo. |
Ana Bol i Zantes, (Girona, España) enero, 2007 suegra = 111 (empieza con uno, sigue con uno y termina con uno). |
112.233 |
Perdón pido previamente, por parsimonia presunta, pero propongo pregunta para ponerlo patente: ¿puede pobre pretendiente pausar poema prestigioso? Puede, pero portentoso precio pleno pagará, pura pasta proveerá para paliar, por patoso. Diversos son los motivos que se me han interpuesto mas voy a intentar que esto no sea repetitivo, de problemas fui cautivo sin encontrar el encuadre, se lo aseguro, compadre, que quedé muy trastocado más que Adán, desorientado, en el Día de la Madre. Y como fue muy extenso el periodo transcurrido disculpas sinceras pido por retraso tan inmenso mas desde ahora comienzo con las cuentas que aquí van: Uno con uno ya están precediendo a dos con dos tres con tres que añádolos bien unidos con hilván. |
Roberto (Las Palmas de Gran Canaria, España) febrero 2007 |
113.435 | He llegado nuevamente a reemplazar a un amigo, al payador perseguido que otra vez se encuentra ausente. Es por ello y de repente voy a empezar a cantar pero antes de comenzar yo saludo a los cantores: ¡muy buenas tengan señores! y ahora empiezo a payar. Roberto está preocupado porque lenta va la cosa como esto es verso, no prosa suele hacerse complicado. Pero mucho hemos cantado y aunque tardemos un poco exprimiremos el «coco» para décimas armar y así sumar y rimar aunque digan: «están locos». «Roma no se hizo en un día» ni tampoco este lugar que nos ha hecho trabajar mucho... mas con alegría y aunque en poca sintonía nos encontremos ahora, con Roberto y la señora, con el perseguido juntos ya no hacemos contrapuntos como atrás (en otras horas). Sé que pronto volveremos otra vez para «pelearnos» hacernos bromas, cargarnos, acá en el sitio estaremos. Y muy bien lo pasaremos divirtiéndonos con todo y lo haremos como a modo simplemente de jugar para más letras sumar siempre juntos, codo a codo. Es que el contrapunto es eso una forma de actuación dada en la improvisación en décimas, les confieso. Quiero que nuestro regreso de nuevo a contrapuntear sea algo espectacular y que con todo arranquemos que más versos desgranemos como lo hacía el juglar. Empiezo mi retirada (hoy ya divagué bastante) volvieron al ritmo de antes mis versos y mis payadas. Les dejo como si nada «el minero» (con certeza) juntito con «la cabeza» y le agrego de a poquito, justo al lado, «pajarito» y digo adiós con simpleza. |
Luís Ernesto Carelli, El «nono Lolo» (Argentina). febrero 2007
El minero = número 11 (en la jerga de los jugadores de lotería) |
114.590 |
Echo en falta la pimienta, casi la tengo olvidada , ahora nada de nada en lo que aquí se comenta; la que suscribe no intenta recrear antiguos líos ni mentar los amoríos del perseguido, Roberto, del Nono, y me desconcierto pues Paco no dice pío. No quiero tirar la piedra y esconder luego la mano, cualquiera aquí es soberano para saber con qué medra pero si alguien se arredra abandonando la brega no iré yo como borrega detrás de su senda oscura, es por eso, con frescura, que propongo la refriega. Pero sana, sin mal rollo, con respeto, de verdad, aunque puede ser la edad para algunos gran escollo que les impida al meollo de la cuestión abordar y lo digo sin faltar ni señalando a ninguno que puede ser oportuno a lo de antes retornar. Habrá quien a madurez seguro que apelará, a mí presta me oirá rechazar esa memez, eso se llama vejez por mucho que la edulcore, no se eche ya más flores y asuma la realidad porque usted ya tendrá edad, la píldora no me dore. Resultará pedagógico aclarar esta cuestión desde aquí yo hago alusión a la edad, en cronológico, y huyendo de tautológico paso ahora a lo de fondo: si esto se siente bien hondo, receta para salud es la eterna juventud del espíritu cachondo. Si alguna duda se aloja en esta mi intervención reitero mi petición: que vuelva el tira y afloja. Y ya paso a pasar hoja y dedicarme a las cuentas ciento catorce se aumenta con algunas letras más que se suman por detrás y son quinientas noventa. |
Ana Bol i Zantes, (Girona, España) febrero, 2007 |