(Las frases autorreferentes anteriores, están aquí)
141.558 | Al llegar Semana Santa cundió el pánico en la base, se produjo un gran «impasse» que a todo el mundo lo espanta, nadie ya por aquí canta y encuentran lo religioso como efecto contagioso que interrumpe la payada pero no creo esta nonada aunque resulte curioso. Sin las rimas ya no vivo y no entiendo qué ha pasado porque lo que me han contado (Semana Santa, el motivo) me parece a mi excesivo y en mi mente nada puebla y si pronto no se amuebla con las ideas ordenadas mi cabeza alambicada quedará entre las tinieblas. Roberto sigue en «bajona», atrapado en su vacío, mas yo sigo con lo mío observando hacia otra zona. A tierras de Maradona dirijo presta la vista porque allí existió un artista según contó el «nono lolo» que fue por su chirimbolo que corría de fondista. Cuando el relato leía del viejo y las boticarias me salían urticarias de la envidia que tenía y a experto en psicología debo acudir sin demora pues la angustia me devora me carcome toda dentro y si remedio no encuentro hueca será servidora. Y si difícil ya era conseguir cubrir mi hueco yo le pregunto al meteco si la historia es verdadera porque si así no lo fuera, como de aquí yo lo intuyo, yo me apunto por lo suyo para llenar mi interior pues no hay mejor que una flor junto a un precioso capullo. A esta altura del partido en que ya no hay ni vergüenza voy deshaciendo mis trenzas, me despojo del vestido, y antes de acostarme pido plena indulgencia al vicario y aferrada al relicario uno, cuatro, uno y cinco, cinco y ocho, y con ahínco quedo rezando el Rosario. |
Ana Bol i Zantes, (Girona, España) abril, 2007 |
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Si mucho tiene de bueno esta feliz plataforma es que no hay ninguna norma que pueda ponerle freno: evitar solo lo obsceno, eludir cosas muy duras, mantener la compostura y cuidar algo la métrica ahuyentando así la tétrica figura de la censura. Por eso yo me permito mencionar de refilón algo sobre religión, cuyas normas no ejercito, (aquí no pongo ni quito) mas no encuentro fundamento que llegado algún momento por parte de quien profesa con natural ligereza patea los diez mandamientos. Pongo esto sobre el tapete leyendo el aporte de Ana que echando al aire sus canas ante el primer galancete del lío en que ella se mete, con descaro extraordinario sale rezando el Rosario y así soluciona lo hecho y dando golpes de pecho se refugia en el sagrario. Si tan fácil solución tiene hacer las cosas mal yo me declaro total aspirante a profesión, pero creo tener razón y no errarle de muy lejos que para verme al espejo y sin que me de vergüenza no hace falta una dispensa que soporte tu aparejo. En mi perfecta incoherencia sobre los temas divinos recuerdo del mucho tino que aportan con su experiencia Les Luthiers, con eficiencia, sentenciaban de verdad y hacían esta salvedad: «si un puñal algún amigo por detrás te clava», digo, «desconfía de su amistad». Aparte es que desde Roma, desde la mayor altura, alardean de cintura y eliminan un axioma, esto que digo no es broma ya no existe más el limbo, pronto quitarán el nimbo, como dice el canarito: «pícamelo menudito que lo quiero pa' cachimbo». Aclaro esta perorata referida a lo canario, cuando algo estrafalario alguno te lo relata el otro va y le delata que de eso, ni de chiripa y le sale de la tripa diciéndole cual bellaco que pique bien el tabaco pues la cachimba es la pipa. Como ya me encuentro inmerso continúo con el «lolo» se refirió él a un pololo pero en un sentido inverso y digo, porque disperso, nos confiesa este elemento: «y para mi fue un tormento» y «es que me encuentro asustado». ¿No será lo relatado fruto de su experimento? Porque tan real parece al relatar la secuencia que denota complacencia con «disfrutando con creces» (mucho ruido y pocas nueces), no aporta ningún testigo, nos deja muerto a su amigo, ¡eso sí no tiene nombre! y confiese como un hombre: ¿qué pasa bajo su ombligo? También a usted se refiere algo de lo dicho a Ana: a la Virgen la engalana y a «tata dios» lo requiere y yo digo por doquiere que para letras contar sólo hace falta sumar a ciento cuarenta y tres, doble cinco y seis, ¿lo ves? al cielo ya puedo entrar. |
Roberto (Las Palmas de Gran Canaria, España) mayo 2007 ![]() |
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Buenas tengan, linda gente, ya les dice el perseguido que a este fogón ha venido a cantarles nuevamente. Es por ello, y de repente, que yo ya empiezo a payar no olvido de saludar a Ana, Paco y Roberto también a Lolo, por cierto y ahora sí mi cantar. Que me disculpen espero porque en ritmo yo no estoy si algo hago mal yo me voy les confieso y soy sincero. Es que desde el mes de enero de aquí yo estuve alejado aunque ahora he retornado y con más ganas que nunca por ahí mi mente se trunca y quedo descolocado. Me cuesta mucho payar yo creo que me olvidé pienso que nada yo sé sino tan solo cantar. Por eso quiero empezar versos y coplas armando mucho a mí me está costando, espero que me comprendan, no soy payador de mentas, señores, voy aclarando. Mientras estuve alejado me he dedicado a pensar estudiar y meditar ver las cosas de otro lado. Conclusiones he sacado que aunque no parezcan nada no son ninguna pavada y les digo lo más pancho que plumas no tiene el chancho ni tornillos la ensalada. Antes la vida era hermosa pues mucho más se observaba, más tiempo se dedicaba para analizar las cosas. Hoy ya no es color de rosas vivimos acelerados casi siempre complicados mas tenemos que parar pues vamos a terminar tristes solos y amargados. Estoy muy observador todos cuenta se habrán dado es que estoy empecinado en ser un gran pensador. Quiero hacerles el honor de decirles esta noche que si ruedas tiene el coche ¿por qué el trineo no tiene? ¿será que no le conviene o es para evitar derroche?. Pienso y pienso sin parar en la gallina y el huevo vuelvo a repensar de nuevo sin solución encontrar. Además quiero plantear esta cuestión que es muy mía, lo digo sin alegría, y así en menos de un segundo ¿cuánto miden -yo pregunto- las altas horas del día? ¿Por qué las toallas lavamos? yo no lo puedo entender si según mi parecer cuando el cuerpo nos secamos más que limpitos estamos y lo digo muy seguro. También yo pienso en los muros que tienen los cementerios esto es algo muy, muy serio y en balde les aseguro. Si aquellos que están adentro salir no pueden, verán, y quienes afuera están no quieren, yo lo presiento. Y ahora en unos momentos mi canto terminaré en forma simple lo haré pues mucho me está costando aunque yo sigo remando teniéndome mucha fe. Le cedo el turno al que viene mejor dicho a la señora ya va llegando la hora de irme, a mí me conviene. Como soy el que más tiene les regalo cual un bingo los ciento cuarenta y cinco con más quinientos setenta ya dan justito mis cuentas, digo adiós y pego un brinco. |
«El payador perseguido» (ciudadano del mundo) mayo, 2007 ![]() |
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Parece que es preceptivo el saludo de rigor, no estoy yo por la labor pues me parece excesivo que en modo nominativo deba dejarse patente que se salude a la gente: a Paco, el Nono y Roberto y al perseguido y su entuerto en formato procedente. Por eso obvio el cumplido y ya me meto en materia intentando que la histeria que provoca el perseguido en mi no encuentre su nido ni me empañe el poco brillo que de este modo sencillo aporto en esta payada pues dice que en la ensalada no encuentra ningún tornillo. Me resulta cosa rara observando bien su rasgo que no logre ni un hallazgo, con tenedor o cuchara, de tornillos que declara que la ensalada no tiene ¿y si no desde sus sienes dónde habrán ido a parar aquellos que en su lugar no ajustó como conviene? Vaya a saber desde cuando se le aflojó la chaveta y sigue aún sin receta que ataque el cerebro blando yo aporto este resultando: internamiento precisa y atarlo con la camisa que evite sus desvaríos o aplicarle un baño frío sin demora, a toda prisa. En ocasión anterior según payadas pasadas de manera destacada de un modo desgarrador nos contó de su dolor Roberto, y que su naufragio fue por causa del contagio de locura producido leyéndolo al perseguido, por eso pido un sufragio. Propongo que aquí se vote apelando a democracia evitar cualquier desgracia jugándonos el bigote y que encima del cogote tengamos la testa sana porque una ya peina canas y no parece oportuno que por aquí venga alguno y nos joda la sardana. La votación que sugiero es sobre el internamiento que requiere este elemento cosa que yo la asevero y sobre qué fue primero si la gallina o el huevo no es asunto nada nuevo porque haciendo yo memoria ya vienen con esta historia desde antes del medioevo. Como ya comprenderán si un asunto tan sencillo (el tema de los tornillos) me puso como un volcán haría falta un talismán para que de modo breve explique por qué en la nieve el trineo no usa ruedas y yo no creo que pueda ni en ocho días ni en nueve. Ni hablar sobre la toalla o el tema del cementerio, para mí es algo muy serio entrar en esa batalla por lo tanto de aquí vaya mi despedida afectuosa: uno, cuatro y siete engrosa la cuenta y así del brete con un tres, un seis y un siete me retiro y a otra cosa. |
Ana Bol i Zantes, (Girona, España) mayo, 2007 |
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Nos dice que desde enero nos tenía abandonados. ¿Alguno había reparado la ausencia del caballero? Me gusta a mí ser sincero y batirme bien el cobre más por mucho que maniobre el perseguido porfía. Poco dura la alegría en la casa de los pobres. No nos cuenta el infrascrito la causa porque se aleja ni si un problema le aqueja para quedarse proscrito y vuelve cual compadrito diciendo a bombo y platillos que no contiene tornillos el plato de la ensalada y es que si así viene dada se queda hasta sin colmillos. La única explicación a tremendo desafuero sería que el ferretero en buena combinación le dé la medicación que le recetó el galeno y haya usted dado por bueno para evitarse su entierro que sean las dosis de hierro en un plato todo lleno. Escúcheme perseguido la pregunta que le hago: ¿No habrá regresado al trago que ya le tenían prohibido? Con el respeto debido: No forman un buen binomio la bebida con su encomio de ejercer como poeta. ¡Cuidado! porque la meta puede ser el manicomio. Muchas más dudas plantea de difícil solución debe ser la confusión al buscar la panacea que le hacen, cosa fea, pensar que chancho con vinco va sin pluma, y dando un brinco ya se da por despedido y es que no es ni parecido siquiera a un ornitorrinco. Y debo aquí nuevamente dar alguna explicación porque se haya hecho mención al chancho sencillamente y es que en la orilla de enfrente se denomina así al cerdo, animal un poco lerdo en asuntos de la higiene, a mí no me va ni viene, si te he visto no me acuerdo. Puerco, gorrino, lechón, guarro, marrano, porcino, cualquier nombre, aún tocino, al chancho doy por mención con tal que me de jamón y sacarle bien el jugo no hay diálogo de besugos alimentado a bellotas. ¡Viva el jamón cinco jotas y también el de Jabugo! La pido que persevere que no tire la toalla limpia o sucia pues vitualla producen sus menesteres para estos perdidos seres en que llegado el momento se quedan sin argumento para tratar algún tema y los saca del problema evitando el desaliento. De nosotros qué sería sin su aportación prolija. Como bola sin manija todo el mundo aquí andaría y si aquí usted desvaría y la crítica se ensaña con lo suyo, déles caña a estos desagradecidos y no se dé por vencido ante la fuerza, la maña. Y ya llegando al final de estos versos que dan pena por un lado una de arena y por otro una de cal siendo la suma total uno, cuatro, nueve y tres que van seguidos después por un seis y un dos finitos, yo desde aquí los invito a que aporten su entremés. |
Roberto (Las Palmas de Gran Canaria, España) mayo 2007 ![]() |
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Si alguien aquí lee esto, aparte de los autores, comunico a los señores y damas, mi manifiesto: sencillamente protesto que por parte de un varón me deje el turno a traición sin aviso ni anestesia; me auxiliaré de la iglesia elevando mi oración. Y usando mi inteligencia, ahora que reflexiono, ¿será el pobre hombre Nono carente de una creencia? Ya sumido en la indigencia intelectual se fatiga y la situación obliga a soltarle de repente la patata bien caliente en las manos a esta amiga. Lo de amiga es pura rima exigencia de la métrica pues me resulta muy tétrica la situación y es que encima me produce mucha grima que me toque de verdad en esta oportunidad continuar con la payada pues al sentirme atracada peligra nuestra amistad. La suerte hoy me acompaña de forma providencial con el tema electoral precedido de campaña en la que se han dado caña los diversos candidatos dando juego para rato en las autorreferentes con este asunto candente en que dan por liebre, gato. Y como ya se ha alargado en exceso mi presencia no es ninguna coincidencia que deje por este lado de letras un buen atado que suma correctamente ciento cincuenta en el frente, tres, seis, dos, en retaguardia y dejo, pues taquicardia, noto de forma incipiente. |
Ana Bol i Zantes, (Girona, España) junio, 2007 |
152.000 |
Taquicardia aquí es la mía después que esta catalana llega y suelta muy ufana lo que a ella le parecía como si nada, ¡la tía!, y en su turno exactamente me la pega aquí en la frente de forma muy singular, un redondito millar que aporta muy displicente. Mucho tuve que contar hasta darme por vencido, casi pierdo hasta el sentido y es que era en cualquier lugar que empezaba yo a sumar por ver si había algún error en sus décimas por mor de una cuenta mal habida, pero doy esta partida por perdida, ¡sí señor! Retomando el otro tema que doña Ana aquí cita, una elección pone y quita concejales sin problema según indica el sistema de partición de la tarta y según como reparta resultados la elección, unos tienen bendición y otros quitar las pancartas. Mas curioso sí resulta que un partido postulante no haga gala de talante al terminar la consulta que sin votos lo sepulta por decisión soberana y haciendo una filigrana con tremendos resultados siempre dicen que han ganado ¡que si no es Juana, es la hermana! En esta actual democracia después de los resultados cada cual va por un lado expresando su falacia porque siempre dan las gracias por los votos recibidos y nunca encuentro un partido que haga honor a la verdad y confiese en realidad que ellos son los que han perdido. También hay quien se despista; el Partido Popular: «creí que íbamos a ganar», y esto sí que es tener vista, ¡ganamos los socialistas!» dice el mismo caballero al que se le ve el plumero ya que usando de esta treta siempre gana el muy veleta, ¡un perfecto chaquetero! Para arribar al final debo hacer mil malabares que permitan estelares resultados sin igual para que el monto total tenga alguna cualidad sin que la aleatoriedad haga acto de presencia, no será un millar, paciencia, disculpen mi terquedad. Como no encuentro el objeto susceptible de asombrar pronto va a tener lugar el final, ya no hay secreto, por de pronto les espeto mi propuesta numeral: primo y cinco en lo inicial, el dos les sigue rumbero y después un triple cero y al final no está tan mal. |
Roberto (Las Palmas de Gran Canaria, España) junio 2007 ![]() |