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FRASES AUTORREFERENTES

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163.530 Salud a la linda gente
ya les dice el perseguido
que a este fogón ha venido
a cantarles nuevamente.
Por ello es que prontamente
mis versos empiezo a armar
coplas y versos rimar
sin volverme para atrás
por lo dicho ya sin más,
señores, va mi cantar.

En este nuestro fogón
está sobrando locura
creo nunca hubo cordura
afirmo aquí, en la ocasión.
Mas volverá la razón,
señores, les aseguro,
yo pienso que en un futuro
la senda retomaremos
y prontito volveremos
a contrapuntear, seguro.

Cada uno de los cantores
hablamos de nuestros temas
sin demasiados problemas
siendo solo decidores*.
Debemos ser payadores
mas de la senda nos vamos
pues contrapuntos no armamos
como lo hicimos otrora
ya que solo por ahora
en lo nuestro nos centramos.

Amigos vuelvo a insistir
que esto va perdiendo forma
pues payar tiene sus normas
lo he aprendido en mi vivir.
Por eso quiero pedir
que más relatos armemos
versos e historias juntemos
para algo con forma armar
por ello voy a invitar
que en esto nos concentremos.

Una cuestión he traído
bastante descabellada
y un poquito complicada
que hará esto más divertido.
Así al menos lo he creído,
lo hice con confianza
porque tengo la esperanza
(yo lo digo sin dudar)
que van a poder sacar
esta gran adivinanza.

Matemática es la cosa,
aunque simple de verdad,
yo lo afirmo, en realidad,
en forma muy decorosa.
Con mi voz esplendorosa
hoy les quiero preguntar:
¿será posible quitar
al veinte una unidad
y en la final cantidad
un diecinueve quedar?

Hoy fue muy corta mi entrada
porque mi tiempo es escaso,
no es que yo me vaya al mazo,
mis cosas son complicadas.
Por eso, como si nada,
y ya para terminar,
señores, quiero agregar
un mil, tres ochenta más
y ahora me voy en paz
hasta el próximo cantar.

decidor, ra = Que dice. Trovador (poeta).





















«El payador perseguido»
(ciudadano del mundo)
agosto 2007
165.112 Y aquí me tienen estoica
aguantando bien el tipo,
poco me dura a mí el hipo
y zafo de paranoica
porque a sustancia benzoica
acudo con profusión
para huir de la cuestión
de la locura aquí expuesta
y para más, esta fiesta,
seguro que crea adicción.

Maldigo mil veces mil
el día en que equivoqué
al acceder a Internet
arribando a este redil
y por la ley del fonil*
debí continuar la senda
que terminó con mi agenda
cubierta sin dejar hueco
y así muy pronto el chaleco
de fuerza tendré por prenda.

Masoquista se define
al que por no tener dones
no sepa decirles nones
y deja que le domine
su mente, y es de alucine
que las autorreferentes
convierta en concupiscente
de décimas a esta moza
que ni padece ni goza
por ninguno de los frentes.

Pero un día llegará
que su cabeza se amueble
y de manera indeleble
pronunciará aquí y allá,
lo mismo da en «catalá»
o si quieren español,
que nublado o haga sol
evitará así un desastre
desprendiéndose del lastre
que para eso hay bemol.

Y siempre ocurre lo mismo
que de forma muy artera
me dirigen desde fuera
el tema del verbalismo,
oficiando el caciquismo
periclitado y caduco,
azuzando con el cuco
para seguir la corriente,
no ejercemos de indigentes
ni de pobres mamelucos.

Por lo tanto ya les digo
que no pienso continuar
verseando en este lugar
y ejercer como testigo
de que mirarse el ombligo
es lo más grande del mundo
y las pruebas en que fundo
afirmación tan rotunda
no permiten que confunda
fundo, con funda, ¿redundo?

Me parece que ya pierde
el efecto la pastilla
y tengo tres problemillas,
uno: se chupa o se muerde
y otro: si es la roja o verde
más el otro asunto anejo:
el galeno por consejo
indica viaje oneroso
pues «las pastillas -que ascoso-
de las comidas, muy lejos».

Y a las cuentas, todo ajena,
se dispone a dar por hecho
en cumplimiento del trecho
que le endosa esta cadena
y soltando su melena
la que escribe descabalga
e inicia lo que aquí salga:
un ciento sesenta y cinco
uno, uno, dos y al brinco
les da reposo a sus nalgas.

fonil = embudo



















































Ana Bol i Zantes,
(Girona, España)
agosto 2007
166.749 Volvió con fuerza el mocito
(de algún modo hay que llamarle)
y no quiero incomodarle
pero de entrada lo invito
a que vea lo que está escrito
en páginas precedentes
y verá que estuvo ausente
el pretender poner orden,
no hay motivos que desborden
la situación al presente.

Un mérito le atribuyo
en el arranque de esto
aunque de modo interpuesto
se merezca algo de orgullo
por ser un amigo suyo
el que inició la verseada,
el Nono, y no fue payada
sino ocho versos apenas
que no alcanzan la decena
de una métrica atildada.

Y en décima el que suscribe
tuvo a bien seguirle el juego,
hubo chispas y hasta fuego,
ascensiones y declives,
por eso le digo, pibe,
que más que un gran contrapunto
lo que hicimos todos juntos
fue proseguir la aventura
que Paco, con su frescura,
nos endosó en este asunto.

Y la culpa yo no tengo
que la payada en esencia
alcance su florescencia
en contrapunto no luengo
y no se me haga el terengo*
porque la cosa no cuela
confundir con la espinela
ni con el todo la parte,
por más que sea obra de arte,
no admito esa triquiñuela.

Pero para hacerle ver
que lo mío no es huída
me concentro en la torcida
adivinanza de ayer
y no consigo entender
el problema que ha planteado
pues si a veinte por un lado
se le quita la unidad
no encuentro yo otra verdad:
diecinueve el resultado.

Como no me queda claro
de este tema el resultado
a la inversa lo he probado,
no crea que es un descaro,
y aunque parezca muy raro
al diecinueve sumé
la unidad que antes quité
¿y a que no sabe qué dio?
¡si es que hasta a mí me asombró!
dio veinte, ¡fíjese usted!

Probé todas las teorías
hasta con los logaritmos
y se me alteró el biorritmo
con la trigonometría
porque alguien me sugería
para sacarle provecho
que ya lo diera por hecho
con la tangente o el seno
y yo pregunté sereno
si el izquierdo o el derecho.

Está visto que lo mío
no son las adivinanzas,
para números no alcanza
mi intelecto tan vacío,
por de pronto aquí porfío
con las cifras de las cuentas:
uno, seis y seis se menta
para poner de relieve
y un siete un cuatro y un nueve
que me libran de la afrenta.
Roberto
(Las Palmas de Gran Canaria, España)
agosto 2007































terengo = tonto

168.676 Aquí llegó el perseguido
de nuevo a este fogón
y aprovecho la ocasión
para saludar amigos.
Y ahora sin más les digo
que mis versos voy a armar
y con mi humilde cantar
comienzo por lo primero,
señores, les soy sincero,
yo me quiero disculpar.

La adivinanza en cuestión
les aclaro fue un error,
rectifico, fue un horror,
casi, casi, un papelón.
No he perdido la razón,
tan sólo me equivoqué,
de medio a medio le erré
por plantear mal ese enigma
que dejó en mi alma un estigma
porque lo dije al revés.

Si a alguien yo molesté
lo siento, les aseguro,
y les digo no perjuro
pasa que yo me trabé.
Con poco me compliqué
porque medio bruto soy
para mucho yo no doy,
suelo andar importunando,
por eso voy aclarando
¡que si molesto me voy!

Y ahora ya contestando
a mi querida amiga Ana
le digo vea catalana
locura acá está sobrando
y creo que está aumentando
día tras día un montón
falta coherencia y razón
yo de esto estoy convencido,
cambiando el rumbo, yo digo,
Roberto va mi opinión.

No reniego de lo escrito
sino reniego de ahora
pues vea amigo que otrora
mucho y bien acá se ha dicho.
Por eso es que me permito
esta reflexión hacer
sólo quiero proponer
volver un poquito atrás
crear historias y más,
es mi humilde parecer.

Yo vi y he visto payar
a Socodato a Curbelo
a Airala (que hoy desde el cielo
él nos debe iluminar).
Tampoco quiero olvidar
al payador oriental
Lopez Terra y por igual
Marchesini o Marta Saint*
grandes cantores que al fin
son cosa fenomenal.

Les cuento que en un lugar
esta historia yo viví,
en un club de por ahí
donde iban a ir a payar,
ahí se empezó a comentar
que ya todo estaba armado
que nada era improvisado
como ellos afirmaban
que sólo esta gente actuaba
que todo estaba arreglado.

Al público que llegaba
un papelito entregaron
y ahí mismo solicitaron
que una cuestión de payada
pusieran como si nada
para que los payadores
luego en rueda de cantores
de uno a uno retiraran
y con el tema cantaran,
tal los improvisadores.

Cuando la cosa empezó
más que con creces cumplieron,
preguntaron, respondieron,
el público enmudeció,
luego a viva voz coreó:
¡esto se llama payar!
no puedo muy bien contar
lo que pasó aquella vez,
mucho yo me emocioné
¡nunca lo podré olvidar!

Quise contar mis amigos
lo que entiendo por payada
y ahora, como si nada,
yo me retiro, les digo.
No me voy como he venido
algo más yo dejo aquí
para que tengan de mí
uno, seis, ocho, de un lado,
seis, siete y seis al costado
y ahora sí, yo me fui.
«El payador perseguido»
(ciudadano del mundo)
agosto 2007


Jorge Socodato, José Curbelo, Roberto Airala (fallecido), Carlos Lopez Terra, Carlos Marchesini y Marta Suint son grandes payadores rioplatenses.

170.063 No hay caso, no me despego
de esta maldita condena.
¡Por favor suelten cadena
para alejarme del fuego!
Tomar las de Villadiego
con relación a esta droga
pues si me quedo me ahoga
y me mata si me voy,
como una regadera estoy,
en mi cuello hay una soga.

Quizá ha llegado el momento
ante tanto desvarío
que demuestre su tronío
acorde con su estamento
y con el emolumento
que tiene el moderador,
pues para eso, señor,
entre todos sufragamos
y los cuartos nos dejamos.
¡Ponga orden por favor!

Porque si es que el perseguido
me menciona de pasada
hace alarde de payada
nombrando como es debido
a payadores que han sido
verdaderos paradigmas
pero menciona su estigma
olvidándose de todo,
por lo tanto, de este modo
yo le digo: ¿y el enigma?

Vale que se equivocó,
que metió muy bien la pata,
pero sigue y desbarata,
eso lo aseguro yo,
porque a todos nos dejó
con desazón tan horrenda
ya que no nos suelta prenda
sobre el correcto problema
resultando que blasfema
sin propósito de enmienda.

¿Sabremos próximamente
de qué trataba la cosa?
Demasiado trabajosa
para el citado dicente
que desconoce que el veinte
como han puesto de relieve,
ya en el haber o en el debe
desde mucha antigüedad,
que es sumando la unidad
al número diecinueve.

No me sustraigo del tema
que el ciudadano del mundo
critica por errabundo
a este sitio. Mi apostema:
¿Por qué no prueba un enema
que mitigue calentura
y aporte algo de cultura
en los temas que aquí vierte?
Esperando que despierte
y aguante esta espoleadura.

Lo dicho aquí dicho está
y por hoy no me retracto
y procediendo ipso facto
a las cuentas darles ya:
lo que primero aquí va
es un uno, un siete y cero,
hasta aquí no hay ningún pero,
sin esperar un revés
el cero, seis y este tres.
Hasta muy pronto. ¡Los quiero!
Ana Bol i Zantes,
(Girona, España)
agosto 2007
172.050 Reconozco al payador
y desde aquí lo reitero,
payando yo payo fiero
pero aspiro a lo mejor,
cuando yo llegue a mayor
quiero payar con soltura
y esquivar con la cintura
las embestidas del otro,
como el perseguido en potro
y alcanzarlo en su estatura.

Pero en lo de los enigmas
anda fallando el poeta,
cuando paró la veleta
con que natura designa
¡vaya cosa más indigna,
no lo apuntó al perseguido!
Y le dejó sin sentido
la redacción del problema
sin que escape de la quema
con que Ana lo ha fundido.

Sobre este particular
sólo le pido compadre
que en un rato que le cuadre,
cuando pueda razonar,
nos termine de contar
de qué iba el acertijo,
so pena que en crucifijo
quede maltrecho y raído.
Desde ya queda advertido
¡desde Las Palmas se dijo!

Y aprovecho su desvelo
por mencionar payadores,
destacados los señores,
entre ellos José Curbelo,
de este suelo sus abuelos,
le apunto ya de rebote,
oriundos de Lanzarote
resultaron sus ancestros
por lo tanto es algo nuestro,
con o sin tener bigote.

A este oriental con Martita
tuve ocasión de escuchar
en décimas que sin par
cantaron en La Garita
y el corazón me palpita
recordando esa velada
que de forma destacada
y de manera rebelde
en este barrio de Telde
nos brindaron sus payadas.

Para más aclaración
sobre lo del «oriental»
decirles que así tal cual
es como se hace mención
al que es de la nación
hermana del Uruguay
y esto es así ¡qué caray!
no sea que vengan después
pensando que es japonés
y se arme aquí un guirigay.

Aprovecho y ya le expreso
que usted olvida mi gloria
al decir que no hay historia
y querer darla con queso,
yo lo interpreto de avieso
el que niegue la embriogenia
al no otorgarle la venia
a esta cuestión del amor,
idilio enloquecedor,
que mantengo con la tenia.

Y en cuanto a la amiga Ana
comentarle la ilusión
que me hizo su mención
desde la onda catalana
de una palabra cercana
grabada como a buril
cuando menciona el «fonil»
pues se tiene este vocablo
como parte del retablo
oral del canario humil*.

Y la sorpresa deviene
como elemento indiciario
que en el mismo diccionario
el término se contiene
y «fonil» usan los senes*
que de cabeza a los pies
canarios son sin revés
llamándolo así al embudo
y en otro idioma se pudo
también decirlo: en inglés.

Y no sé si es suficiente
lo que por hoy les he dicho
no obedece a algún capricho
sino que son solamente
comentarios para gente
que de tiempo tiene un hueco.
Ciento setenta y dos trueco
para amañar esta cuenta
y si le añado cincuenta
no me queda ningún fleco.
Roberto
(Las Palmas de Gran Canaria, España)
agosto 2007



























































humil = humilde

sene = hombre viejo

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