(Las frases autorreferentes anteriores, están aquí)
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Raíces de payador es lo que pretendo echar pues sólo quiero cantar, no ser sólo un decidor. Yo voy a ser un cantor que pondrá fuerza y pasión, el alma y el corazón (el perseguido les dice) porque a un árbol con raíces no lo tira un ventarrón. Muy poético arranqué porque estoy medio embalado y como no he saludado me arrepiento, créanme. Por eso de a uno por vez los empiezo a saludar, a Paco quiero abrazar, Roberto y la catalana y ahora con todas mis ganas, va, señores, mi cantar. Yo no quiero presumir de ser un buen payador, pretendo ser buen cantor y así mi vida vivir. No es mi intención discutir ni más leña al fuego echar y en trance de improvisar, señores, yo les advierto que en esta ocasión, por cierto, las cosas voy a aclarar. Me criticaron bastante porque yo me equivoqué y aunque fiero yo le erré igual seguiré adelante. Siendo fiel a mi talante yo voy a seguir cantando haciendo coplas, rimando, aunque mucho o poco gusten y sin querer se disgusten ahora empiezo a indagar. Piénsenlo rápidamente y díganme la verdad con total sinceridad (como Niní*, «redepente»*). Siendo de lo mas conscientes, sin sentirse anonadados, ¿nunca se les ha quemado -pido me digan ahora- la comida a la señora y al payador el asado? Supongo que entenderán lo que yo quise decir, es que deben admitir que muy humano es errar. Y ahora sigo mi cantar porque para eso he venido y es por ello que les digo que vuelvo al tema otra vez, al derecho o al revés, yo mi payada prosigo. Y les vuelvo a mencionar el gran enigma de marras, al compás de mi guitarra bien lo quiero replantear. En afán de preguntar les inquiero prontamente: ¿será una cosa coherente al diecinueve quitar tan sólo uno y quedar justo al final sólo veinte? A ver que dicen ahora estos grandes payadores yo quiero verlos, señores, el enigma contestar. Creo no van a arrugar y la respuesta dirán sé no me defraudarán y creo estar muy seguro porque en un corto futuro súper-bien contestarán. Con otro tema yo sigo (noticia que yo he escuchado) porque mucho me ha asombrado que a continuación les digo. No sé si habrán visto amigos que en USA por un casual descubrieron que al final el tema infidelidad sobreviene, en realidad, por disfunción hormonal. Yo de eso no entiendo nada quien sabe tiene que hablar, Paco nos puede explicar si esto es así o es pavada. Y emprendo mi retirada dejando en esta ocasión uno, siete y cuatro, bon*, y tres ceros yo le agrego, señores, digo hasta luego porque ya son un montón. |
«El payador perseguido» (ciudadano del mundo) agosto 2007 ![]()
Niní = Niní Marshall, la mas grande humorista argentina. |
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No crea que no me costó en un principio entender qué es lo que tenía que hacer con lo que usted nos dejó: ¿qué fue lo que persiguió con su verso el payador? Y leyéndolo mejor creo que lo interpreté y dije: ¿cómo podré, quitando, que sea mayor? Pero como todo aquello que nos propone su estampa lleva escondida una trampa, es decir, lleva su sello. ¿O no recuerda lo bello que pintaba nuestro idilio que sola en mi domicilio yo me empeñaba en fraguar y presidiendo mi altar a diario le encendía un cirio? No sé si fue una encerrona lo del enigma vertido que nos trajo el perseguido pero tendida en la lona ya se encuentra mi neurona y lo dicho lo evidencia: no hay ninguna consistencia de otra décima con ésta y todo por la respuesta, si me admiten la licencia. Y aunque ya en el mismo inicio tuve un momento de duda de manera muy aguda utilicé el sano juicio y haciendo gala de oficio y muchas lenguas conocer recordé mi acontecer con el músculo incansable que de forma destacable he utilizado hasta ayer. Lo del incansable músculo no sé si lleva a un error ya que puede en el albor al igual que en el crepúsculo por pequeño o bien mayúsculo producir un gran placer y hasta puede acontecer que haga que hierva la sangre cuando usado cual palangre* logra a su presa tener. Ahora me surge un problema, si el enigma soluciono dejaré fuera de tono mi presente estratagema: Que me responda al dilema del músculo mencionado. Pues si doy el resultado del diecinueve y el veinte dejo mi enigma presente un tanto menoscabado. Si para no decir nada seis décimas escribí ¡qué será, pobre de mí! si de forma detallada comento la noticiada del tema infidelidad. ¡Ojalá, fuera verdad para mi humilde persona! pues si alguien me traiciona antes sació mi ansiedad. Por disfunción hormonal o por la causa que sea (la tenga bonita o fea) eso a mí ya me da igual, pero si por un casual aparece algún infiel yo pelearé sin cuartel para tenerlo a mi lado y de frente o de costado hacer cositas con él. Entre tantas tonterías que en esta oportunidad demuestran ¡vaya obviedad! que de ideas hay sequía dejo este galimatías despidiéndome contando: los miles me van dejando un uno, un siete y un cinco, siete y ocho y cero trinco para irlos redondeando. |
Ana Bol i Zantes, (Girona, España) agosto 2007 palangre = arte de pesca formado por un cordel largo y grueso del que cuelgan ramales con anzuelos en sus extremos. |
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Qué suerte que en este envido participan los que están proporcionándonos pan a los que tan deshambridos esperan que el perseguido nos dé servido en bandeja la punta de la madeja para tejer con premura cosas que aporten locura y algunas con moraleja. No encuentro forma mejor para iniciar mi respuesta, contar que tenía en la cesta por fruto de mi labor que es al contrario de amor donde aparece la pista que cual tenaz analista he dejado de relieve sobre el veinte y diecinueve porque soy enigmatista. Entiendo justificante como para dar por buena la respuesta que almacena la décima escrita antes y conozco bien bastante con claridad meridiana la adivinanza que Ana dejó de un modo escondido ya que por mí es muy sabido por peinar algo de canas. Las canas y más que eso me otorgan conocimiento pues después del casamiento fue el inicio del proceso, tanto a la ida o regreso de feliz luna de miel se me erizaba la piel de pensar cómo iba a hacer que ya teniendo mujer pudiera yo serle fiel. Sobre el músculo incansable y aunque a todos los asombre también lo posee el hombre pero en uso responsable mas no resulta agradable como lo podrán saber que más lo usa la mujer sin aplicar silicona y al tema de las hormonas ya aporto mi parecer. Se mezclan algo los tantos en las cosas que comento de verdad que lo lamento pues del músculo y su encanto estoy curado de espanto y la infidelidad, ¡por Dios! a ver, te pregunto a vos: ¿Si no aguanto a una sola (no sé ni de carambola) cómo voy a aguantar dos? Por eso lo de la hormona me pilla un poco de lejos y lo digo sin complejos pues sobra testosterona tanto que en una litrona hacía reparto de hombría y con total alegría repartía con cariño hasta que vi cuantos niños a mí se me parecían. Y basta de desvariar con temas tan inconexos, los ángeles no tienen sexo ni yo mucho que agregar, por eso de par en par la puerta abro con sigilo: uno, siete y siete kilos de letras sumo a la cuenta, otras trescientos setenta más uno y ya me jubilo. |
Roberto (Las Palmas de Gran Canaria, España) agosto 2007 ![]() |
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Resultó que al releer y cumplir cabal con ello se hinchó mi vena del cuello. ¡Lo que acababa de ver! Me dije ser o no ser y ante tamaño problema debí conservar la flema como si fuera un inglés, si hubiera sido al revés me cubro todo de eccema. Escúcheme que es muy serio «Perseguido» payador, las décimas con rigor deben seguir un criterio; en épocas de Tiberio o ya de antes si me apura quien paya siempre asegura que la métrica se dé: a, b, b, a, a, c, c d, d, c... ¡así es la pura! Y entonces vaya explicando qué diantre tiene que ver lo que usted viene a traer, porque no sé desde cuando es «indagar» con «rimando» lo que guarda consonancia, desde la más tierna infancia se sabe que eso no pega salvo si en una bodega se inició esta discrepancia. También genera atribulo comparar de forma necia la gimnasia y la magnesia o las témporas y el culo, mas no puedo ser muy chulo, un error se me conoce, le cuento para su goce que en un tiempo ya pasado una vez yo hube inventado ¡una décima de doce! Lo que ocurrió aquella vez que tratando cual trocisco existía un tal Francisco que al derecho y al revés contaba del uno al diez los versos o bien la rima pero se ve que ya el clima o los años le hacen mella y quien fue brillante estrella hoy se encuentra en una sima. No quiero que se lo tomen como queriendo hacer daño pero no pasan los años sin notarse en el abdomen sabrán ustedes qué comen para estar de esta manera. Uno y siete de primera, ocho y cinco y cinco y dos y cual combate de box les digo: ¡Segundos fuera! |
Roberto (Las Palmas de Gran Canaria, España) agosto 2007 ![]() |
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Acá habría que contar qué pasa entre bambalinas, les digo no son pamplinas, yo se los puedo jurar. Así yo quiero empezar ventilando los secretos, aunque parezca indiscreto de igual modo yo lo haré, señores, prepárense, ahora voy a ser concreto. La exactitud ha fallado mucho más que alguna vez y ha causado algún revés a Paco quien ha contado. Aunque el hombre con cuidado los errores corrigió, las décimas ajustó con arte y con elegancia y con una gran prestancia este sitio encaminó. Uno de los que aquí escribe bastante se ha equivocado varias veces ha pasado pero aún payando sigue. Pasa que es un ser proclive a cometer más que errores (que en realidad son horrores) con signos de puntuación que si no son papelón es por Paco y sus favores. Décimas con once versos también se vieron acá les juro que esto es verdad algo totalmente cierto. Pues no somos muy despiertos y macanas cometemos, mas el corazón ponemos y seguimos adelante, fieles a nuestro talante, aunque nos equivoquemos. Es que acá paso de todo y creo seguirá pasando mientras sigamos cantando haciéndolo de este modo. Siempre juntos codo a codo con mucha celeridad, la única realidad es hacerlo presto y bien para no perder el tren, esta es mi humilde verdad. Pobre del moderador a veces no tuvo pausas, la rapidez fue la causa, lo tratamos con rigor. Mas nos ha hecho el honor de mejorarnos lo escrito pues de cada pedacito lo que pudo mejoró y hasta el servidor cambió y así, señores, he dicho. Estoy un poco cansado pues cumplió años el Lolo no quise dejarlo solo y de juerga hemos andado. Por eso estoy desganado pero aún cantando sigo aunque no encuentre motivos ni tema para rimar yo no les voy a aflojar, señores, yo se los digo. Ahora con voz varonil yo les estoy anunciando que justo estamos llegando a los ciento ochenta mil. Por eso en forma viril ya me empiezo a retirar y por sumar y sumar ciento diez les adiciono y ahora yo les abandono ¡hasta próximo cantar! |
«El payador perseguido» (ciudadano del mundo) septiembre 2007 ![]() |
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No me gusta a mí hacer leña del árbol que está caído pero amigo «Perseguido» si tanto en ello se empeña quien le escribe no desdeña este sitio aprovechar porque ya es bien popular y desde aquí se lo espeto, no se trata de un secreto lo que viene a desvelar. Disparidades silábicas y décimas de once hizo, fue así porque usted lo quiso, de manera no esporádica, por suerte yo la antirrábica la tenía puesta de antes porque grande fue el aguante que si no, pronto le muerdo, ya que al leerlo me pierdo con versos tan disonantes. Quizá deba mi reflejo conservar con interés porque antes que después con el «Nono» irán parejos cual yunta de toros viejos por mor de cumplir los años y no quiero hacerles daño a dos pobres antiguallas que si tuvieron agallas terminaron en rebaño. Si no quiere ser convicto por tanta perversidad acuda a Su Santidad, el señor don Benedicto, y que nombre en un edicto de una manera inminente a este gran santo silente de los versos terapeuta y a San Francisco de Ceuta en el altar ponga al frente. Es a este santo varón al que debe las plegarias pues de forma temeraria le endosa cada marrón que pasan de ser borrón que ni el mejor escribiente de un modo harto elocuente lograría poner remedio y convertir este predio en algo un tanto decente. Alguna vez sugerí que aunque sea por «on line» contacte con quien domine los versos que hay por aquí, alguien que con pedigrí le presente el cielo abierto para volar a buen puerto con versos esplendorosos, podría ser algún famoso como el canario Roberto. El residente en Canarias, ahora que lo menciono, no se escapó como el Nono o este perseguido paria y de manera palmaria mencionó con gran decoro el gran enigma de oro sobre el músculo incansable y de un modo responsable no hizo mutis por el foro. Retomo ahora un asunto, el de palabras iguales con significados tales, diversos y en contrapunto, que ni solas o en conjunto manifiestan misma cosa ya en un poema o en prosa y lo aporto en relación a «servidor» (fue mención del payador en su glosa). Y recuerdo que viví un hecho de gran impacto que pasó en el entreacto cuando a un teatro acudí, me estaba haciendo pipí y ajena a todo rubor yo le pregunté a un señor: «¿El tocador de señoras?» Y me dijo sin demora: «Ya lo encontró, un servidor». Otro asunto parecido sucedió en una cocina, la señora tan divina con el manjar ya cocido: «¿Te sirvo?», dice al marido. Y él dijo, según parece: «¿Que si me sirves?… a veces». Porque no siempre es capricho que resulte que lo dicho se entienda como interese. Por lo tanto sigo alerta a la respuesta ignorada que dejé en una payada con conclusiones desiertas, yo ya voy cogiendo puerta hasta la próxima vez: uno, ocho, dos y tres son las cifras del comienzo pero ahora que lo pienso lo concluyo con un diez. |
Ana Bol i Zantes, (Girona, España) septiembre 2007 |